¿Hacia dónde se dirige el cine denominado “Nuevo Cine Queer”? Todd Haynes es hoy en día uno de los directores más talentosos de su generación. Y además uno de los precursores del movimiento de los 90s denominado “Nuevo Cine Queer” (New Queer Cinema); en el cual las películas abordaban por un lado temáticas relacionadas al SIDA y por otro mostraban una denuncia y activismo al poner en primer plano la diferencia social y cultural hacia la comunidad LGBT. Fue una década la cual permitió la gestación de un nuevo tipo de cine, diferente, fresco, necesario y con nuevas reglas.
Todd Haynes ha estado presente en todo el proceso evolutivo del género, pero así como el género ha cambiado también lo ha hecho el director. Todd Haynes se identifica por una filmografía caracterizada en una estética personal, donde abunda la belleza y la elegancia, la finura al contar sus historias a través de un especial manejo del melodrama y una búsqueda por revivir el pasado a través de la nostalgia.
“Carol” su más reciente filme, narra un romance en la época de los 50’s, donde el sexo y el amor entre mujeres era ilegal o un asunto criminal. Sin embargo la historia se centra en mostrarnos su descubrimiento amoroso, visto desde la perspectiva idílica y fantástica de quien está enamorado. Para lograr ese efecto el director sumerge a sus personajes en una exquisita composición con colores en technicolor y en tonalidades pastel, los cuales recrean la época de manera prodigiosa, en realidad se siente como estar en una máquina del tiempo. Paleta influenciada en la obra de Hopper, así como su interés por retratar la soledad urbana. El director retoma el uso de los reflejos en los vidrios y las tomas a través de ellos, recurso utilizando en su maravilloso trabajo para la televisión “Mildred Pierce” (2011), el cual en “Carol” hace al espectador sentirse un tanto voyerista pues estas escenas suelen ser en exteriores, pero también pudiera parecer que el vidrio transmite la sensación de frialdad o el total contraste de cuando se está en interiores, los cuales suelen ser acogedores.
El uso de su lenguaje escaso en palabras es también notable, no hay peyorativos para lo que está sucediendo. Las emociones emanan a través de la expresión gestual en el excelente trabajo de sus actrices Cate Blanchett y Rooney Mara. Son guiños, miradas, movimientos lentos y cautelosos, los que acompañan los códigos de esta historia. Todd Haynes ha mencionado en diferentes declaraciones su intención por acercarse a las tomas y protocolos de la película de Douglas Sirk en lo particular de “A brief encounter” (1945), su máximo ejemplo es la primera escena cuando son interrumpidas Cate Blanchett y Rooney Mara en una conversación de la cual no se sabe nada, para que al final Cate Cate Blanchett ponga la mano en el hombro como muestra de la única prueba de cariño que puede ser vista en público; sin embargo queda en la imaginación del espectador lo que esa caricia pudiera estar significando.
“Carol” es la novela más autobiográfica y cercana de Patricia Highsmith, quien hace a esta pieza única entre sus trabajos literarios, en donde a diferencia de sus otras obras no se habla de un crimen sino de un romance, aunque tal vez el crimen podría haber sido el romance en sí. Patricia Highsmith está proyectada en la personalidad bohemia de Therese y tal vez también en sus indecisiones. Es así como muchos momentos de su vida están registrados en la novela “El precio de la sal”; la cual según su biógrafo Seckar, lleva el nombre en una referencia bíblica dentro de la novela de André Gide, “Los monederos falsos” que dice
“si la sal perdiera su sabor ¿con qué será salada? Ahí se encuentra la tragedia que me aflige.”
Con distinguido detalle, Todd Haynes gusta de recrear el melodrama, sin embargo es un melodrama único, reservado, distinto, son pocas las escenas donde permite estallar el sentimentalismo, recuerda al manejo de las emociones en la serie de televisión “Mad men”. Lo interesante en “Carol” es que tal como la obra de “Douglas Sirk”, como dice el profesor José Felipe Coria sobre el melodrama, los contornos son lo que importa, no el contenido. También debe hacerse mención del sublime trabajo en el score a cargo de Carter Burwell, el cual de manera acertada forma parte de la atmósfera y le da una identidad única al filme. Partitura que se encuentra a la par de las composiciones de Philip Glass en “Las Horas” y “Mishima”.
Parecer haber dos problemas en la nueva película de Todd Haynes, que bien pudieran ser elementos subjetivos de esta reseña. Mientras en uno de sus más grandes trabajos “Far from heaven” (2002), Haynes mostraba una postura crítica hacia la intolerancia racial y de género, al igual que la angustia y el temor en una sociedad opresiva y condenada a la infelicidad, factores parte del movimiento “Nuevo Cine Queer”, en “Carol” hay una ausencia de ello, o más bien existe el tema pero no el tono, se muestra apagado, limado. Tal vez estemos presenciando una evolución del género donde el tema es superado por la estética y se vuelve en un filme contemplativamente hermoso; puede ser ello era lo que el director quería lograr, algo totalmente diferente a la postura del movimiento de cine queer y estilizado.
Pero también existe otro problema y es la ausencia de química entre las actrices principales. Ambas son perfectas mientras no interactúan en la intimidad. Se trata de una omisión del deseo, y entiéndase no él que acompaña las escenas eróticas, es más el magnetismo entre una pareja guiada por el frenesí. Deseo presente en otros filmes como “La vida de Adele” (2013) Dir. Abdellatif Kechiche “Boys don’t cry” (1999) Dir. Kimberly Peirce o “Brokeback mountain” (2005) Ang Lee, por mencionar algunos. Si la historia era retratar un romance pasional, loco y desenfrenado, es la parte que falta, no se ve que las actrices están estallando de deseo. Aunque no se descarta a lo último como un argumento parcial y parte de la manera de ver un romance en nuestra época, pues definitivamente los tiempos cambian, podría estar pasando lo que la novelista Annie Ernaux describe como “suspensión del juicio moral”
¿Hacia dónde se dirige el Nuevo Cine Queer? por lo que parece se dirige a apuestas contemplativas como “The Danish girl” (2015) Dir. Tom Hopper y “Carol”, aunque también a trabajos interesantes que transgreden formatos, cinematografía y guiones, como la película estrenada este año “Tangerine” (2015) Dir. Sean Baker, la cual parece corresponder a los principios del movimiento queer pero con su propia voz. Si ese es el rumbo a donde ese dirige el Nuevo Cine queer, en lo personal muero por verlo.
Recomendación 8.3