Desde hace algunos años el internet y los nuevos medios tecnológicos han cambiado la forma en la que nos relacionamos. Chats, emails, skype, twitter, entre otros han abierto la posibilidad de comunicarnos sin barreras geográficas, sin ni siquiera estar presentes físicamente y con un toque de misterio han comenzado situaciones donde el usuario termina enamorándose de las ideas de quien está detrás del ordenador, o de la forma en la que se ha descrito, y donde cada vez con más frecuencia se ha convertido en el nuevo lugar donde comenzar una relación sentimental. “Ella” la nueva película de Spike Jonze, nos lleva todavía más lejos al ponernos a reflexionar sobre la eterna búsqueda humana por amar y ser amado, así como las limitantes en estas nuevas formas de enamorarse.

Theodore trabaja escribiendo cartas personalizadas en la empresa BeautifulHandwrittenLetters.com. Es como si el oficio de Cyrano de Bergerac se volviera un trabajo asalariado y una necesidad en esta nueva sociedad. Theodore es un artista escribiendo cartas íntimas para otras personas, su sensibilidad logra capturar anécdotas y recuerdos de sus clientes, con ello desarrolla sentimientos profundos para terceros conectándose completamente en cada situación. Sin embargo es incapaz de lograr ese mismo nivel de intimidad en su vida real. Theodore compra un avanzado sistema operativo el cual se autonombra “Samanta”, posee la habilidad de tener consciencia y tomar con iniciativa las mejores decisiones para el usuario y para sí mismo. La soledad de Theodore y su gentileza harán que la relación con Samanta sea más profunda de lo que podría haber imaginado.

El miedo a cederle gran parte de las responsabilidades humanas a una super computadora ha quedado atrás. HAL9000 en “Odisea 2001” de Kubrik en 1968, mostraba a una super máquina enloquecida al saber sería desconectada. Confundida comenzaba a “apagar” a los otros antes de ser apagada primero. Lo mismo ocurría con los clones en “Blade Runner” de Ridley Scott en 1982, los cuales se vuelven una amenaza para la sociedad debido a su inestabilidad, descontrol y la insensibilidad para hacer daño a la raza humana, situaciones imposibles de seguir con las leyes de la robótica aportadas en las novelas de Isaac Asimov.

Un ejemplo es la adaptación al cine del cuento “Robbie” llevado a la pantalla con el nombre de “El hombre bicentenario” por Chris Colombus en 1999, donde pasaba lo que suele suceder con los cuentos de este autor, existe la sensación de que el robot termina siendo más humano que los humanos. Pero la relación del hombre y la máquina no siempre ha sido catastrófica y oscura, en 1985 “Ciencia loca” de John Hughes con humor presentaba a dos nerds buleados y totalmente excluidos de vida social, los cuales construyen a la mujer perfecta a partir de un software, quien les dará exclusividad y será el caballo de Troya para poder entrar a los círculos sociales anhelados, sin embargo será el espejo y la cura para aceptar su propia realidad.

En la nueva película de Spike Jonze, la nueva tecnología no tiene aspiraciones megalomaníacas, ha logrado evolucionar su ambiente amigable y es el trampolín para realizar los sueños del usuario. “Samantha” se convierte en el modelo ideal de mujer, su complejidad radica cuando comienza a tener los anhelos de volverse real como lo deseaba Pinocho, conflicto abordado de una manera seductora pero peligrosa por el personaje “Holli Would” en la película “Mundo Cool” de 1992, cuando sin escrúpulos deseaba dejar de ser un personaje animado. Este problema puede ser comparado al golpe de realidad y complejidad abordado en las relaciones sentimentales después de la fase de enamoramiento. Uno de los elementos interesantes en la película es cómo la inteligencia de Samantha poco a poco se convierte en inteligencia emocional, donde cada pensamiento existencial lanzado es un momento de reflexión en la psique de Theodore, funcionando al igual que los cuentos de Sherezade al Rey en “Las mil y una noches”.

En “Ella” se nos presenta una sociedad armonizada con su entorno, el sueño de todo ecologista: limpia, sin autos, con abundantes espacios abiertos, gigantes y seguros. Pero a la vez la integración con el hábitat es contrastante con lo que sucede en la vida íntima, puesto los personajes presentados hayan dificultades por conectarse y mantener una estabilidad amorosa con sus parejas, son egoístas, solitarios, aunque altamente talentosos y ocupados. Tales características son los efectos secundarios del estilo de vida, y zona fértil para encontrar en recursos tecnológicos lo humanamente esencial, el contacto con el otro.

Es relevante hacer mención sobre cómo los personajes manejan la aceptación y el respeto en este tipo de relaciones. Con prudencia y a veces con cierto conflicto parecen poner en relieve la tesis de si la realidad o la intensidad con que se viven esta clase de relaciones “anormales” no puede ser entendida, ¿Es posible juzgar algo demasiado personal?

El futuro de Spike Jonze no nos es ajeno, la identificación con esta nueva forma de comunicarnos y esa adicción a lo personalizado se encuentra aquí. “Ella” es una de las pocas películas que exploran el convivir con estos nuevos estímulos tecnológicos y la humanidad en su reflejo. Así como el existencialismo versus la tecnología lógica y ordenada, y la pregunta en el aire de si existirá el día en que ambos conceptos por fin se encuentren.

 

Recomendación 9