El origen de cómo comenzó a integrarse el tema navideño en el género del horror es un tanto indefinido y escasamente documentado. Sin embargo desde los 70’s la víspera decembrina ha sido escenario recurrente para narrar el impredecible comportamiento de todo tipo de maldad, contrastando completamente con la festividad colectiva. Con Krampus, Michael Dougherty parte de la esencia del subgénero y le añade de manera sobresaliente a la fórmula: folklor, comedia y la referencia nostálgica al cine de los 80’s; creando una historia memorable que habla sobre la pérdida o tal vez el re-encuentro del espíritu navideño.
Al inicio del filme, los créditos van apareciendo mientras las puertas en una tienda departamental se abren en lo que parece ser un Black Friday, musicalizado por la canción “It’s beginning to look a lot like Christmas” de Bing Crosby. El contraste entre la calidez de la música y la rebatiña de la muchedumbre que se presencia expresa con claridad un nuevo retrato sobre la festividad. Una escena que bien pudiera ser la versión satirizada de “mi regalo prometido” (1996) Dir. Brian Levant. Ácidamente se capturan los momentos menos amados de la navidad; el consumismo, las esperas para pagar, la desesperación por tener la lista de regalos a tiempo, y sobre todo egoísmo de no pensar en el otro. Volviendo a la escena tremendamente familiar, dejando la pregunta de si ¿es esto en lo que se ha convertido la Navidad?
Año tras año una familia se reúne para celebrar el 25 de diciembre, mostrándose las típicas incomodidades familiares, como lo son las pretensiones entre hermanas, las comparaciones sociales, las envidias, etc. Y aunque pudiera ser motivo suficiente para comenzar una historia de horror, de hecho es la pérdida de esperanza de un niño lo que despierta una especie de maleficio; el encuentro con una entidad antigua la cual representa la sombra y el lado oscuro de la Navidad.
Basado en una deidad alemana del medievo, Dougherty, revive el mito de Krampus como la antítesis de San Nicolás o Santa Claus. Un personaje oscuro referido en viejas leyendas de Europa que castiga al niño que no fue bueno en el año. En el cine desde el 2013, Krampus ha sido utilizado como el demonio ideal del género gore y slasher navideño. Películas de modesta producción como “Krampus – The Christmas Devil” (2013) Dir. Jason Hull, “Krampus the Reckoning” (2015) Dir. Robert Conway, y “Krampus Unleashed” (2016) Dir. Robert Conway, le han dado su propia forma y voz al mito, al igual que su sentido e intenciones de matar. Son los directores Grant Harvey, Steven Hoban y Brett Sullivan en la producción de Eli Roth “A Christmas Horror Story” (2015) quienes comienzan a trabajar la narrativa más allá del personaje de Krampus, y a jugar con humor sus alcances y potencial. Como la legendaria pelea entre Santa Claus vs Krampus.
Y la fascinación por el personaje no parece terminar, pues desde el 2015, el director Kevin Smith ha estado preparando una antología de cuentos sobre Krampus que se encuentra filmando en el año corriente llamada “Killroy was here”. Lo que es un hecho es que el interés no solo ha beneficiado a lado cinematográfico sino también al literario, cuando en el 2013, Gerald Brom publicó la novela Krampus: The Yule Lord de Brom .
Pero volviendo al Krampus de Dougherty, uno de sus grandes aciertos es la integración del humor y su tono vulgar e inapropiado, el cual puede ser por algunos momentos hasta grotesco. Tal como lo logró en los 70’s el slasher de culto “Black Christmas” (1974) Dir. Bob Clark, o la navidad con Chevy Chase “National Lampoon’s Christmas Vacation” (1989) Dir. Jeremiah S. , Krampus utiliza la comedia o lo políticamente incorrecto en un excelente balance haciendo que la historia tenga diferentes tonos y pueda ser desde divertida hasta terrorífica.
Sus referentes al cine de los 80’s son parte de esa magia y remembranza sobre una gran lista de filmes notables: desde el bebé olvidado en una camioneta como referencia a “Home alone” (1990) Dir. Chris Columbus, el tono, la atmósfera invernal y el acto de ser atacado en una cocina como en “Gremlins” (1984) Dir.Joe Dante, un oso de peluche diabólico con la dentadura de “Critters” (1983) Dir. Stephen Herek, monstrous que se comportan como “Tremors” entre otras alusiones. Todo gracias al intento por alejarse de los efectos especiales digitales, reviviendo a la manufactura artesanal del animatronic y la marioneta. Especialmente destacada su versión macabra de Jack in the box
Sin embargo lo que hace especial a Krampus es que no solamente se apoya de la leyenda urbana de un demonio pagano, sino que intenta abordar los grandes conceptos y principios de la obra literaria de “El cuento de navidad” de Dickens. No es casualidad que dentro del filme en una de las escenas unos personajes estén viendo la transmisión de la versión de 1932 de “Christmas Carol”, precisamente en el momento en el que el espíritu de Marley con cadenas (que simbolizan martirio y penitencia) está por comenzar las visitas de Scrooge. Las similitudes de Krampus con Marley son interesantes, la presencia de ambos significa el comienzo de la lección o el viaje. Mientras que Scrooge lo empieza odiado la navidad y encontrando un lado celestialmente positivo, Max vive lo contrario pues comienza amando la navidad pero desilusionandose de ella.
En una interesante introducción a la obra literaria “El cuento de navidad de Dickens” Michael Patrick Hearn menciona como el cuento de Dickens se vuelve parte esencial del folklor navideño en un momento de declinación de la antigua celebración de la fiesta. Su publicación en 1843 revive la festividad y le da un nuevo concepto, la idea de que de la gentileza del espíritu de la humanidad es un gran tesoro, y de que su poder es capaz de transformar. Es tan poderoso su mensaje que a pesar de que el cuento tiene más de un siglo es aún difícil separar el espíritu navideño creado por Dickens de la navidad que se practica.
“Pero estoy seguro de que al llegar la Navidad ¬aparte de la veneración debida a su sagrado nombre y a su origen, si es que eso se puede apartar¬ siempre he pensado que son unas fechas deliciosas, un tiempo de perdón, de afecto, de caridad; el único momento que conozco en el largo calendario del año, en que hombres y mujeres parecen haberse puesto de acuerdo para abrir libremente sus cerrados corazones y para considerar a la gente de abajo como compañeros de viaje hacia la tumba y no como seres de otra especie embarcados con otro destino”.
Fragmento de “El cuento de navidad” cuando Fred el sobrino de Scrooge narra la filosofía de todo el cuento
Aunque “el cuento de navidad” es un relato cristiano y con moraleja positiva lleva consigo su lado escalofriante. En particular cuando el espíritu de la navidad presente (también inspirado en una deidad pagana pero romana) le muestra dos niños ocultos bajo su ropaje que personifican la “Ignorancia” y la “necesidad”, momento especialmente bien logrado en la versión de Disney. Fortaleciendo la idea de que desde mucho antes del cine de horror navideño ya existían este tipo de detalles terroríficos.
La película de Dougherty es divertida, entretenida y hasta emocioante. No obstante desafía los finales esperados y acostumbrados sobre la navidad haciéndola especialmente particular en el género de Horror. El mundo de Krampus es vasto y mantiene sus propias reglas, más alineadas a los elementos de un rito sincretista primitivo que a los conceptos definidos entre el bien y el mal cristianos. Es un excelente filme que si no revive el espíritu navideño al menos le da una nueva reflexión e interpretación.
Recomendación 8