La historia detrás del filme “Los ojos sin rostro” es igualmente fascinante como la película misma. Ya sea la visión del director Franju en el guion, su fotografía, su estilo de horror muy particular, así como los movimientos cinematográficos que estaban sucediendo en la Francia de los 60’s. Se trata de un filme completamente incomprendido o tal vez demasiado literal para su época, y afectado por la censura de su tiempo. “Los ojos sin rostro” es considerada como una de las películas francesas más importantes en el cine fantástico, catalogando en ese mismo nivel al director.
Contexto histórico del género fantástico
Dentro de los años 50s y 60s en la tradición francesa el cine de horror no era considerado un género como tal, sino que se encontraba dentro del cine fantástico. Ello era para mantener una gran distinción de calidades entre los filmes de extraterrestres y monstruos tipo clase B que se producían en la época como pan caliente. Es el momento en el que comienza a haber una fricción entre las antiguas formulas europeas: expresionismo alemán, adaptaciones de la literatura gótica, el nacimiento del thriller psicológico, entre otros; con la manera en la que Hollywood producía cine. Había una necesidad de no ver al horror como producto sino como manifestación artística.1
El contexto histórico de la obra de Franju será marcado desde el día de su estreno el 2 de marzo de 1960 en París, por un rumor sensacionalista de que la proyección del filme había provocado desmayos en la audiencia. La lista de reclamos y malos comentarios se irán acumulando mientras va pasando el tiempo. Las razones de este rechazo colectivo serán: por un lado debido a una escena en particular manejada con gore, el cual no era común al principio de los 60s. Y por otro lado por su intriga angustiante al presentar escenas muy largas impidiendo al espectador un respiro, o la incapacidad de escapar de presenciar un suceso difícil de mirar.1
Pero lo que realmente no ayudo para nada al filme fue más bien la crítica snob de su época, la cual midió el trabajo de Franju de acuerdo a sus filmes anteriores; que en su percepción lo reducían a un nivel amateur y trivial. Al igual que la idea de que el cine de horrror es un cine o arte menor.
Es a partir de los ochentas que se despertará un reconocimiento a la obra de Franju, la cual de manera unánime se le considerará como adelantada a su tiempo, y a la vez como una pieza histórica de gran importancia y valor en el cine.
Estética de Franju
En una perspectiva estética el filme no hablará de un género único como sería lo usual en su tiempo sino que propondrá particularmente tres elementos: el policiaco o cine noir, el horror-gótico con tintes gorescos y el fantástico. Y podríamos agregar un elemento más que será realmente importante en el filme, la calidad estética de lo documental o el cine científico. Al presentar métodos clínicos y términos médicos, así como experimentos más relacionado a un clip de anatomía de la época.
El filme se producirá con un equipo muy particular y de ensueño. Eugen Schugtan estára a cargo de la fotografía y será quien aportará una cinematografía con gusto al expresionismo alemán y horror gótico en los interiores. Ello por su trabajo realizado anteriormente con Fritz Lang , y debido también a la cinematografía que compartirá similitudes con la película igualmente artística de la Universal “La novia de Frankestein” (1935) Dir. James Whale.
Otro elemento singular en el equipo será el guion que estará basado en una novela sin presencia sobresaliente pero que al pasar por manos de los guionistas Boileau y Narcejac le darán una nueva vida, fineza y complejidad. Guionistas quienes fueron particularmente celebrados en su época por su trabajo en “Diabolique” (1955) Dir. Henri-Georges Clouzot y “Vertigo” (1958) Dir. Alfred Hitchcock.
Franju llegaría a compartir una anécdota reveladora para interesados en los cimientos estructurales del filme sobre como el productor le pidió desarrollar el proyecto y las condiciones que fueron muy claras desde el principio.
“El productor me dijo:
–Vas a crear un filme de horror pero quiero que sea un filme que no haya sangre, que no cause problemas con la censura francesa. Y que no haya animales torturados pues no quiero problemas con la censura inglesa. Y que tampoco tenga doctores locos pues no quiero problemas con la censura alemana ya que el tema les trae malos recuerdos.
Explique que tiene que haber un doctor loco porque si un hombre anormal actúa de manera anormal es obvio y predecible, pero cuando un personaje parece normal y actúa anormal es realmente escalofriante.” 2
Georges Franju
Referencias
Franju se concentrará en proveer lo aterrador a partir de lo realististicamente posible. En el sentido en el que el Dr. Génessier ve a la ciencia como la herramienta para traspasar el orden ético de la medicina y los límites de lo permitido clínicamente. De esta manera el médico o científico ve a la humanidad como despojo para alcanzar la grandeza. Es una historia que alude nuevamente al horror gótico y sobre todo al “Frankestein” de Mary Shelley y a la “Isla del Dr. Moreau” de H.G. Wells.
Franju tenía razón. Experimentar tratados o teorías científicas con humanos ha sido base para despegar un buen thriller o el horror, pero también para explorar lo morbido y perturbador. Ejemplos como “Peeping Tom” (1960) Dir. Michael Powell, “Diabolical Dr. Z” (1960) Dir. Jesús Franco, “The Awful Dr. Orlof” (1962) Dir. “Human Centipede” (2009) Dir. Tom Six, entre otros, los cuales discuten como el monstruo puede no ser unicamente una entidad sobrenatural, sino que termina siendo el científico la fuente misma de la patología y el crimen. Además proponer la escalofriante idea de que pueda ser cualquier persona e incluso que habite a nuestro alrededor.
En un orden conceptual la película de Franju no solo desarrollará su intriga a partir de la ciencia y la megalomanía del médico sino también por un todo lo relacionado al rostro, ya sea la máscara o la operación quirúrgica en esa zona. La ausencia de rostro se encuentra tal vez relacionado a la falta de identidad, sin ella no hay libertad y se condiciona al cautiverio, a la dependencia y a la explotación.
Inspirada en el filme de Franju, “La piel que habito” (2011) Dir. Pedro Almodóvar, también se apoya en la temática del rostro. En donde la separación del mismo es también la muerte del cuerpo y la identidad. Mientras que Cristiane en “Los ojos sin rostro” no pierde la cabeza (o tal vez sí) a partir de crear a su alrededor un mundo fantástico y muy infantil como lo proyectan sus vestidos, su cariño por los animales, su amor por un príncipe azul que la vaya a rescatar de su confinamiento, y hasta su final en el filme. Mientras que el personaje de Vera en “la piel que habito” en cambio se aferra a su cordura gracias al arte y a la meditación.
La máscara de Cristiane se volverá un gran elemento icónico sobre la identidad entre el cine culto, que por ejemplo Leos Carax no perderá oportunidad de retomarlo para explorar la sacralidad del cine versus la vida cotidiana en su “Holy Motors” , al utilizar a la actriz Edith Scob como chofer de todas sus aventuras, y quien habría personificado Cristiane en Los ojos sin rostro.
Les yeux sans visage (su título original en francés) se estrenaría en un mal momento para el filme. Cuando se había perdido el interés total del cine poético y fantástico de Cocteau, y cuando Francia estaba más interesada en el comienzo y la postura de la juvenil Nouvelle Vague que abogaba por un nuevo cine basado en la contemplación de los problemas reales. Sin embargo, es un filme valioso históricamente e importante, y es uno de aquellos inspirado en los terrores que arroja la ciencia cuando transgrede el valor del ser humano.
1 Kate Ince “Georges Franju , Au-delà du cinéma fantastique” Editorial L’Harmattan. 2005
2 Jean Douchet “Cine-parade: Le Fantastique” 1982
Recomendación 9.5