“Lo hago para saber ¿qué ocurriría?, ¿cuáles son los límites?” es lo que Evelyn le responde a Theodore, el guarda del museo, cuando ella está a punto de grafitear con aerosol una estatua al estilo “El David” de Miguel Ángel en la sala de exhibición. La provocación de Evelyn está ligada con romper por medio de un acto vandálico, el canon impuesto a la obra y así quitarle su sacralidad. En contexto proyecta de manera acertada la premisa del filme ¿quién es un artista? Y ¿existen límites dentro de una obra de arte?
Puede ser la película ponga atención a la definición del arte y varias preguntas éticas y morales que lo rodean, pero además va entretejiendo las mismas dudas en dirección hacia al amor, siendo dos temas complejos y difíciles de someter a una sola tesis.
“Por amor al arte” con el nombre en inglés de “La forma de las cosas”, es una adaptación de la obra de teatro del mismo director de la película Neil LaBute quien filma con el mismo elenco teatral. La pieza habla sobre la conexión de cuatro jóvenes con personalidades distintas, quienes tratan de encontrar la pareja perfecta mientras se engañan a sí mismos, haciendo lo posible para ser aceptados por el ser amado, y de alguna manera se convierten en el objeto vulnerable de alguien más al carecer de demarcaciones y de amor propio. Es posible el director hubiera querido centrar la dirección de su filme a la pérdida de autoestima cuando se desea ser amado. Sin embargo es mucho más interesante su discurso sobre el arte terrorista y su posible daño social.
Evelyn, personificada de manera brillante por Rachel Weisz, es una estudiante de arte y cree en la transgresión como el nuevo valor o resultado en la obra artística. Sus fundamentos recuerdan los estándares aportados por artistas modernos y contemporáneos en las últimas décadas, sobre todo en la rama del performance y el dadaísmo. Evelyn defiende con soberbia todos sus argumentos y con muy poca consideración escucha la opinión de los demás. Lo más desagradable para ella es que los objetos no se consideren arte por una cuestión moral. Como cuando se discute al comienzo del filme, si la hoja de yeso en la escultura debió de haber sido adherida a la obra, con el solo propósito de ocultar algo evidentemente sexual, o cuando se discute el contenido artístico en un performance que utiliza el fluido menstrual.
Lo anterior lleva a diferentes tipos de reflexiones pues si el arte no está condicionado a someterse a ninguna cuestión moral o ética, ¿lo que todo artista proponga podrá ser considerado arte? ¿Así sea una obra perversa que afecte la vida de alguien más?
El internet está plagado de historias noticiosas sobre estudiantes expulsados por escribir o crear trabajos totalmente fuera de las condiciones permitidas por las instituciones. En la película “Ghost World” del 2001, se presenta a un profesor motivando a sus alumnos a pensar subversivo pues el arte contemporáneo no busca la habilidad manual en el artista sino la conexión de temas los cuales lleven a nuevos conceptos reflejos del presnte, una nueva mirada del espectador hacia conflictos sociales, políticos, existenciales, entre otros. Pero en la escena sobre el último trabajo , ahí comienza la incongruencia de esa transgresión dentro de la Academia, debido a los intereses y al miedo de tocar temas políticamente incorrectos. También en la película “Art School Confidential” se abordan los límites del arte para conseguir la belleza estética, y de la misma manera se expone la carencia de talento y los humos enaltecidos de algunas personas en estos círculos “No importa el fin, lo importante es crear fama, ser el primero pues lo demás es insignificante”.
Aparentemente el mensaje conceptual de una obra le permite darle su valor, pero es cada vez más evidente lo conceptual puede ser agregado a cualquier cosa, la diferencia es cuando alguien con autoridad o fama lo considera arte y es entonces cuando cura su valor. Un ejemplo de ello fue aquella noticia de una intrusa vomitando sobre Lady Gaga en uno de sus conciertos, después de cierto tiempo se dio a conocer la desconocida era una artista del performance alemana con una manera diferente de pintar, usando el vómito multicolor como su brocha en el canvas. Su proyección no fue la misma después de Lady Gaga pero ¿es posible darle un valor artístico a su obra o quitárselo sin caer en un discurso moral?
El filme puede ser visto desde dos puntos de vista uno moral y lo opuesto. Sin embargo puede ser el espectador se sienta en una historia ambigua, la cual afortunadamente no tiene una moraleja, pues es difícil tomar una postura con una sola verdad, no existe tal y eso es lo que la vuelve rica. El tema ilustra un acontecimiento cada vez más evidente sobre el arte contemporáneo, un lado oscuro de algunos transgresores que usan el arte como escudo de sus creaciones, las cuales algunas veces hieren a los demás. De todas formas para eso es el arte, para invitar a la dialéctica.
Recomendación 8.5
Si deseas ver la película con subtítulos en español aquí está el link: